¿Qué es un sistema de gestión integrado?

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Un sistema de gestión integrado está conformado por varios sistemas de gestión (por ejemplo, calidad, medio ambiente, salud y seguridad en el trabajo, seguridad de la información, energía y gestión de activos) en un único sistema de gestión global y armonizado. El enfoque combinado proporciona una valiosa visión de conjunto de los procesos empresariales importantes, crea importantes sinergias y agrupa los recursos, formando así una base sólida para las empresas modernas.

Esta fusión permite a una empresa racionalizar su gestión, ahorrar tiempo y aumentar la eficiencia al abordar todos los elementos del sistema de gestión como un todo.

Un SGI exitoso reduce las molestias y el trabajo innecesario de múltiples sistemas de gestión. Por ejemplo, en lugar de realizar auditorías para cada norma, sólo tendrá que realizar una. Un SGI permite combinar estos procesos para que cubran simultáneamente todos los requisitos específicos de la Norma.

La integración es ahora perfecta gracias a la estructura de alto nivel del Anexo SL. Las Normas basadas en el Anexo SL comparten una estructura similar de 10 cláusulas, lo que hace mucho más fácil ver las similitudes y los procesos compartidos de cada Norma.

Objetivos

Un sistema de gestión integrado reúne los objetivos pertinentes mediante el control de los procesos asociados. Un SGI también garantiza que su empresa mejorará y desarrollará continuamente su rendimiento en el espíritu de la protección medioambiental sostenible, para la satisfacción de sus clientes y el bienestar de sus empleados.

Sistema integrado

Un SGI cubre todos los requisitos y procesos en las áreas que realmente cuentan para su empresa: desde la calidad y la protección del medio ambiente hasta la seguridad y la salud laboral, la seguridad de la información, la energía y la gestión de activos.

Visión de conjunto centralizada

Un SGI proporciona una amplia transparencia y un claro control de todos los procesos y procedimientos.

Empleados motivados

Los procesos transparentes y documentados gozan de un alto nivel de aceptación entre los empleados y apoyan el trabajo diario.

 Ventaja competitiva

Un SGI le garantiza la consecución de sus objetivos y que su empresa se desarrolle y mejore continuamente.

 Uso eficiente de los recursos

Su organización se beneficia de la integración del sistema de gestión ambiental al ahorrar recursos humanos, tiempo y costes:

Documentación reducida

Menos documentos significan una visión más clara de los procesos

Recursos humanos

Sólo se necesita una o pocas personas responsables que se encarguen de las tareas correspondientes.

Ahorro de costes

Reducción de los costes gracias a la integración de los procesos y a los efectos sinérgicos.

Integración de la gestión y certificación:

La mayoría de las empresas son conscientes del valor de la certificación según las normas ISO 9001, ISO 14001, ISO 45001 y otras normas de sistemas de gestión. Es importante recordar que el propósito de la ISO y otras normas es ayudarle a dirigir una organización mejor. Si sus sistemas de gestión hacen que su personal duplique el trabajo innecesariamente, no están aportando el valor que deberían.

La estructura común se ha introducido en las nuevas normas ISO 9001, ISO 14001 e ISO 45001 (la sustitución de OHSAS 18001). Esto hará que las normas sean más compatibles y permitirá una integración más eficaz de los sistemas de gestión en tres áreas clave: calidad, gestión medioambiental y seguridad y salud laboral. A continuación, se ofrece un breve resumen de cada una de estas normas de sistemas de gestión integrados, adoptadas y aplicadas universalmente:

    ISO 9001. La certificación en la norma de sistemas integrados de gestión de la calidad ISO 9001 demuestra que su organización cumple los estrictos requisitos de los sistemas de gestión de la calidad en las siguientes áreas: instalaciones, personal, formación, servicios y equipos. La obtención de esta certificación se considera el primer paso en la implantación de un proceso de mejora continua en toda su organización.

    ISO 14001. La obtención de la certificación ISO 14001 es esencial para cualquier organización que pretenda establecer, implantar, mantener y mejorar un sistema de gestión medioambiental eficaz. El grado de aplicación de las normas ISO 14001 se basa en factores como las políticas medioambientales específicas de la organización, los tipos de productos y servicios que proporciona, y su ubicación y condiciones de funcionamiento.

    ISO 45001. La nueva norma de salud y seguridad ISO 45001 abarca el importantísimo ámbito de la salud y la seguridad en el trabajo. Esta norma proporcionará un marco para reducir los riesgos en el lugar de trabajo, mejorar la seguridad de los empleados y, en general, crear mejores condiciones de trabajo para los empleados de todo el mundo.

Cómo combinar los sistemas integrados

Las organizaciones pueden tener objetivos y exigencias muy diferentes, pero lo normal es que las empresas empiecen con su actual sistema de gestión de la calidad conforme a la norma ISO 9001 y vayan integrando gradualmente otros sistemas de gestión. Estos pueden incluir la gestión medioambiental y energética de acuerdo con las normas ISO 14001 e ISO 50001, la gestión de activos de acuerdo con la ISO 55001 y/o un sistema de gestión de la salud y la seguridad de acuerdo con la ISO 45001. Un sistema de gestión de la seguridad de la información (SGSI), de acuerdo con la norma ISO/IEC 27001, puede integrarse en un SGSI y así evitar solapamientos y duplicaciones de trabajo. En cualquier caso, las organizaciones que preparan su sistema de gestión existente para la certificación integrada desde una fase temprana, se benefician de procesos optimizados.

Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP)

La Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) traslada a los fabricantes el coste de la gestión de los residuos que generarán los productos que ponen en el mercado.

Es un concepto acuñado dentro de la política de la Unión Europea que se resume con el principio de “quien contamina paga”. El objetivo es garantizar que no se generen daños al medioambiente a través de una correcta gestión de los residuos, pero sin que el coste repercuta en la administración y en los ciudadanos que no consumen el producto.

Hasta ahora, en España era obligatorio únicamente para aparatos electrónicos y electrónicos, pilas y acumuladores, vehículos, envases, neumáticos y aceites minerales.

La Ley de residuos y suelos contaminados delimita el ámbito de esta responsabilidad, estableciendo las obligaciones a las que pueden quedar sometidos los productores, tanto en la fase de diseño y producción como durante la gestión de los residuos, bien de manera individual (a través de sistemas de depósito, devolución y retorno) o mediante sistemas colectivos (SCRAP).

Obligaciones de los productores

La norma cuya finalidad es la de promover la prevención y de mejorar la reutilización, el reciclado y la valorización de residuos, obliga a los productores cuyos productos tras su uso se convierten en residuos a lo siguiente:

  • Diseñar productos de manera que a lo largo de todo su ciclo de vida se reduzca su impacto ambiental y la generación de residuos, tanto en su fabricación como en su uso posterior, y de manera que se asegure que la valorización y eliminación de los productos que se han convertido en residuos.
  • Desarrollar, producir, etiquetar y comercializar productos aptos para usos múltiples, duraderos técnicamente y que, tras haberse convertido en residuos, sea fácil y clara su separación y puedan ser preparados para su reutilización o reciclado de una forma adecuada.
  • Aceptar la devolución de productos reutilizables, la entrega de los residuos generados tras el uso del producto; a asumir la subsiguiente gestión de los residuos y la responsabilidad financiera de estas actividades.
  • Responsabilizarse total o parcialmente de la organización de la gestión de los residuos, pudiendo establecerse que los distribuidores de dicho producto compartan esta responsabilidad.
  • Utilizar materiales procedentes de residuos en la fabricación de productos.
  • Proporcionar información sobre la puesta en el mercado de productos que con el uso se convierten en residuos y sobre la gestión de estos, así como realizar análisis económicos o auditorías.
  • Informar sobre la repercusión económica en el producto del cumplimiento de las obligaciones derivadas de la responsabilidad ampliada.

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