Punto verde ¿sabes que significa?
La primera respuesta que se te vendrá a la cabeza es que es eso mismo: un punto, de color verde. Pero no, no es solamente eso.
¿Qué es el punto verde?
El punto verde es un símbolo visible en todos los envases gestionados por un Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP).
La función del símbolo es sencilla: Indicar al consumidor que las empresas envasadoras que ponen sus productos en el mercado financian y se hacen responsables de su correcta gestión post-consumo. Para ello, las empresas adhieren sus envases a un SCRAP como Ecoembes o Ecovidrio que garantiza su recuperación y reciclado. De esta manera, los residuos de envases se convierten en recursos, dándoles una segunda vida.
El punto verde es, además de un símbolo, una garantía de que los productores de los envases cumplen con la Directiva europea 94/62/CE y la ley nacional 11/97 de Envases y Residuos de Envases, que establecen la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) como medida de obligatorio cumplimiento.
¿En qué embalajes puede aparecer?
Este emblema puede aparecer en envases plásticos, metálicos, tipo brik y en cartón y papel, y son gestionados en España por Ecoembes.
También aparece en envases de vidrio, de cuya recuperación en nuestro país se encarga Ecovidrio.
¿Qué reglas debe seguir?
El Punto Verde debe ser perfectamente visible y garantizar una perdurabilidad incluso después de abierto el envase. Debe conservar unas determinadas proporciones y someterse a unas reglas de uso concretas.
Con el fin de facilitar su identificación y legibilidad al consumidor o consumidora final, se debe tener en cuenta que:
- No puede ser modificado
- Debe ser impreso en su integridad
- Se deben respetar sus proporciones
- No puede ser completado con elementos gráficos
- No puede ser modificado sin autorización de Ecoembes
A pesar de su nombre, el Punto Verde no es siempre de este color. Con el fin de evitar costes adicionales, se permite adaptar el símbolo a los colores utilizados en el envase, sin que esto cambie su significado.
¿Qué costes cubre el Punto Verde?
El pago del Punto Verde que realizan las empresas envasadoras o distribuidoras se reparte entre las cuatro fases del proceso de gestión de residuos: aportación ciudadana, recogida selectiva, selección de materiales y tratamiento de los mismos.
En la fase de aportación ciudadana, que empieza con la separación de envases en el hogar y sin la cual es imposible todo el proceso, el Punto Verde cubre la compra, reposición, limpieza y mantenimiento de los contenedores, así como las campañas de sensibilización.
Cabe recordar que los envases de plástico latas y briks debemos depositarlos en el contenedor amarillo; el papel y cartón deben tirarse en el contenedor azul, mientras que el vidrio hay que llevarlo al iglú verde.
Cuando los materiales están en el contenedor, es cuando llega la segunda fase o recogida selectiva. Esta fase supone un 45% de los costes totales que cubre el Punto Verde, porque abarca costes de equipos, también de personal que realiza la recogida y combustible para hacerla.
Tras la recogida, viene la selección de materiales. Una vez recogidos, se transportan a una instalación industrial (planta de selección), donde se clasifican por tipo de material. En este momento del proceso son necesarias infraestructuras adecuadas, mano de obra, equipos fijos y móviles… Como la fase de recogida, la selección de materiales supone entorno al 45% de los costes.
Y, por último, una vez clasificados los residuos, comienza la etapa del tratamiento, en la que cada material requiere un proceso específico. Una vez realizado el tratamiento, las empresas compran los materiales y los convierten en nuevas materias primas.
Por tanto, el compromiso de las empresas con la sostenibilidad se representa a través del Punto Verde y de su aportación una gestión de residuos eficiente.
¿Cuándo comenzó el Punto Verde?
En España el Punto Verde comenzó a utilizarse en 1997, año en el que Ecoembes obtuvo su licencia de uso a través de un acuerdo con Pro Europe (Packaging Recovery Organisation Europe). Actualmente es el modelo que la mayor parte de países europeos han adoptado para el reciclaje de envases. De hecho, 35 países lo han adoptado y esto supone que más de 400 millones de europeos puedan separar sus residuos en los diferentes contenedores.
Gracias a la coordinación de todos los agentes implicados en el proceso de reciclaje (empresas, ciudadanos, ayuntamientos y recicladores) se reciclaron 1.399.582 toneladas de envases domésticos procedentes de los residuos desechados en los contenedores amarillo y azul en 2017. Un 3,5% superior a 2016.
A partir de ahora, cuando veas un envase con Punto Verde, ya sabes que ese producto está cumpliendo la ley, pero que sólo entrará en el proceso de reciclaje si lo depositas en el contenedor adecuado. Sólo así se ahorrará agua, energía y materias primas. Porque gracias a tu colaboración, reciclar es posible.