¿Qué es la transición ecológica?

Publicado el

En un mundo amenazado por las temperaturas extremas, la sequía y la escasez de recursos naturales, tomar acción y adoptar formas de producción y consumo más sostenibles con el planeta es obligatorio. Se trata, como se expresa en el Pacto Verde Europeo, de avanzar hacia una “economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva”, que garantice la reducción de emisiones de C02 así como la salud y bienestar de la ciudadanía. El camino para conseguir estos objetivos se conoce como transición ecológica.

Transición ecológica

Aunque muchos supieron de la existencia de este término con la publicación del Pacto Verde Europeo el concepto es bastante anterior al 2019. La primera vez que se utilizó fue en 1972. La biofísica y científica ambiental Donella H. Meadows hizo referencia a él en el informe «Los límites del crecimiento». Un documento que contó con la participaron de 17 especialistas en la materia y cuyas conclusiones siguen vigentes 40 años después. Ya en aquella época el texto alertaba de las limitaciones de un planeta de recursos finitos como el nuestro y, también, de la necesidad de transformar el modelo económico para evitar su deterioro y degeneración. Se animaba a caminar hacia una transición ecológica que cambiase esta situación.

Desde entonces, este concepto ha adquirido mayor fuerza y popularidad. Uno de los responsables de este resurgimiento ha sido la Comisión Europea que, en su afán por frenar el cambio climático y preservar el medio ambiente, dio pie al famoso Pacto Verde Europeo. Una hoja de ruta que los 27 estados miembros se comprometieron a seguir con el objetivo de avanzar hacia la transición ecológica y hacer de Europa una zona climáticamente neutra.

España es uno de los países que forma parte de este tratado y que, desde la fecha de su publicación, desarrolla políticas encaminadas a reducir las emisiones de CO2 y a transformar el modelo de “usar y tirar” hacia una economía más circular, sostenible y respetuosa.

¿Qué se pretende conseguir?

Como hemos explicado, el Pacto Verde Europeo busca frenar el cambio climático y hacerlo con un reto nada baladí: que Europa sea capaz de absorber las mismas emisiones de CO2 que las que produce antes del 2050.

Pero, para llegar a una tasa de emisiones cero, es necesario cambiar tanto la forma de producir de los países miembros como su manera de consumir. Esto implica transformar el modelo económico vigente, llevarlo a formas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente y no asociadas a la explotación de recursos. También invertir en innovación, en energías más limpias y renovables, en movilidad sostenible y en espacios verdes.

Una serie de medidas que, además de convertir Europa en un continente climáticamente neutral, persiguen:

  • Proteger la vida humana, los animales y las plantas, reduciendo la contaminación.
  • Ayudar a las empresas a convertirse en líderes mundiales en productos y tecnologías limpios.
  • Garantizar una transición ecológica justa e integradora: que no haya ningún país que se quede atrás.

Objetivos del Pacto Verde Europeo

A pesar de que el objetivo macro del Pacto Verde Europeo es frenar el cambio climático, contempla micro objetivos:

Neutralidad climática para 2050

Uno de los principales objetivos del Pacto Verde Europeo es convertir a Europa en una zona climáticamente neutra. ¿Qué significa exactamente esto? Que las emisiones netas de gases de efecto invernadero deben equilibrarse y ser iguales -o menores- a las que se eliminan a través de la absorción natural del planeta. Para conseguirlo es necesario transformar la forma de producir y consumir de los países y, además de invertir en tecnologías que garanticen energías limpias y eficientes, plantear cambios en la tarificación y en la fiscalidad. A partir de ahora, “quien contamina, paga”.


Suministro de energía limpia, asequible y segura

Muy relacionado con el anterior, este objetivo busca la descarbonización a partir del uso de energías limpias, asequibles y seguras. No podemos olvidar que el 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) está relacionado con la quema de combustibles fósiles para calefacción, electricidad, transporte e industria.
Así, antes del 2030, los países deberán actualizar sus planes nacionales de energía y clima para adecuarlos a la transición ecológica que requiere el Pacto Verde Europeo. Además, deberán prever la modernización de las infraestructuras y la promoción de la eficiencia energética.


Industria sostenible y circular


La creación de un tejido industrial sostenible y basado en la economía circular es otro de los grandes objetivos del Pacto Verde Europeo. En nuestro continente, solo el 12% de los materiales utilizados en la industria proceden del reciclaje. Una realidad que la transición ecológica propone cambiar a partir de ayudas a la modernización de procesos e infraestructuras que posibiliten la producción de productos climáticamente neutros y circulares.
Estas acciones afectarán, en gran medida, al sector textil, construcción, electrónica y plásticos.


Eficiencia en el uso energético y de los recursos en la construcción y renovación de edificios


El 40% de la energía consumida proviene de edificios públicos y privados. De ahí que sea tan importante renovar estas construcciones y mejorar su rendimiento energético. También, incentivar la construcción de edificios eficientes y digitalizados, potenciar la economía circular en el diseño de viviendas e impulsar la multifuncionalidad de los inmuebles públicos.


Movilidad sostenible e inteligente


El transporte urbano representa el 25% de las emisiones de GEI de la UE. Por eso, la transición ecológica que prevé la Comisión Europea tiene en cuenta el impulso de modelos de movilidad más limpios, inteligentes y, también, más justos. Es una apuesta clara por el transporte público -más barato y sostenible- y por el uso de vehículos individuales que tengan el menor impacto en el planeta: bicicletas, motocicletas eléctricas…


“De la granja a la mesa” con alimentos sanos de circuitos cortos


El uso de pesticidas y antibióticos no solo pone en riesgo la salud del planeta, también la nuestra. Este objetivo del Pacto Verde Europeo prevé la reducción de este tipo de sustancias y la apuesta por una agricultura y ganadería orgánica y de proximidad. Además de incentivar la producción de alimentos más sanos y saludables, la Comisión Europea propone el desarrollo de procesos de conservación capaces de prevenir el desperdicio alimentario y evitar la generación desorbitada de residuos orgánicos y envases.


Preservación y restablecimiento de los ecosistemas y la biodiversidad


El Pacto Verde Europeo no se olvida de la preservación de la flora y fauna autóctona y, además de acciones concretas para preservar bosques, mares y espacios verdes, incluye ayudas a las empresas que trabajen por restablecer el estado ecológico. Sin duda, una oportunidad para el sector de la silvicultura, la forestación y reforestación sostenible, la agricultura y los ecosistemas urbanos.


La eliminación total de sustancias tóxicas


Reducir la contaminación ambiental es uno de los grandes objetivos del Pacto Verde Europeo, pero no el único. Además de acabar con los contaminantes del aire, busca hacer lo mismo con los que amenazan tierra, mares, ríos y océanos. La transición ecológica tiene en cuenta la reducción de sustancias tóxicas como pesticidas.


Sintac, un ejemplo de compromiso y transición ecológica

En el camino hacia la transición ecológica, los países precisan del compromiso de los ciudadanos y de las empresas. SINTAC, compañía con más de 30 años de experiencia en el reciclaje de plástico, es un claro ejemplo de que se puede avanzar apostando por el medio ambiente, por la sostenibilidad y por las personas.


¿Te gustaría conocer más de nuestra historia y actividad? Del 4 al 6 de octubre estaremos en Ecofira, la Feria Internacional de las Soluciones Medioambientales y Transición Ecológica que se celebra en Valencia, no dudes en venir a visitarnos.

Artículos destacados