Cómo gestionar correctamente los residuos en tu empresa y cumplir con la normativa vigente

Una correcta gestión de residuos no solo es una obligación legal para las empresas en España, sino también una oportunidad para mejorar procesos, reducir costes y demostrar compromiso ambiental. Ya se trate de residuos peligrosos, industriales, o simplemente papel y cartón, conocer cómo gestionar los residuos de una empresa es clave para cumplir la normativa y evitar sanciones.
En este artículo te explicamos qué implica una buena gestión de residuos en el entorno empresarial, qué exige la legislación actual, y cómo organizar internamente el tratamiento, almacenamiento y entrega de los residuos.
¿Qué se consideran residuos de empresas y por qué es clave gestionarlos correctamente?
Los residuos de empresas son todos aquellos materiales que se generan como resultado de su actividad, y que ya no tienen un uso previsto. Pueden ser tan diversos como:
- Papel, cartón y plásticos.
- Restos de producción o embalaje.
- Aceites industriales, disolventes, tintas o productos químicos.
- Envases contaminados.
- Equipos eléctricos y electrónicos en desuso.
No importa si se trata de una gran fábrica o una pequeña oficina: todas las empresas están obligadas a gestionar sus residuos conforme a la normativa española vigente, cumpliendo con principios de seguridad, trazabilidad y responsabilidad ambiental.
Ignorar estas obligaciones puede suponer sanciones económicas, la pérdida de licencias ambientales o la exclusión de licitaciones públicas. Además, una mala gestión de residuos puede comprometer la imagen de la empresa frente a clientes, inversores y otros grupos de interés que valoran el cumplimiento de criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).
Una correcta gestión de residuos empresariales no es solo una obligación legal: es una herramienta estratégica para demostrar compromiso ambiental, mejorar la eficiencia operativa y avanzar hacia modelos más sostenibles.
Obligaciones legales en la gestión de residuos: lo que exige la normativa española a las empresas
Desde la entrada en vigor de la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados, las empresas están sujetas a una serie de obligaciones legales específicas en materia de gestión de residuos. El objetivo es garantizar una trazabilidad completa desde la generación hasta la entrega final, reduciendo el impacto ambiental y asegurando el cumplimiento normativo.
Estas obligaciones afectan a todo tipo de empresas, independientemente de su tamaño o sector, e incluyen los siguientes compromisos:
- Separar los residuos en origen, diferenciando los peligrosos de los no peligrosos y evitando su mezcla.
- Almacenarlos de forma segura en instalaciones adecuadas y bien señalizadas, durante el tiempo permitido por la normativa.
- Contar con un gestor autorizado para el transporte y tratamiento de los residuos, con quien se debe formalizar un contrato de gestión.
- Emitir y conservar la documentación obligatoria, como el DCS residuos (Documento de Control y Seguimiento), imprescindible para residuos peligrosos.
- Llevar un registro cronológico actualizado de todas las operaciones de generación y entrega de residuos.
- Presentar una declaración anual de residuos ante la autoridad ambiental correspondiente de la comunidad autónoma.
El cumplimiento de estas obligaciones es esencial no solo para evitar sanciones administrativas, sino también para fortalecer la posición de la empresa en procesos de compra pública, certificaciones ambientales y relaciones con clientes que exigen responsabilidad en materia de sostenibilidad.
Cómo gestionar los residuos de una empresa paso a paso: guía práctica para aplicar en tu organización

Una planificación adecuada es la base de una gestión de residuos eficaz. Evita errores comunes, facilita el cumplimiento normativo y mejora la sostenibilidad interna. Si te preguntas cómo gestionar los residuos de una empresa, estos son los pasos clave que debes seguir:
1. Identificación de los residuos generados
Empieza por realizar un inventario detallado de todos los residuos que se generan en tu actividad diaria. Clasifica según su naturaleza (orgánicos, plásticos, metales, químicos, etc.) y determina si son peligrosos o no peligrosos, si son valorizables o si requieren tratamiento especial.
Este análisis inicial permitirá establecer una estrategia adecuada y cumplir con las obligaciones legales.
2. Clasificación y etiquetado conforme a la LER
Una vez identificados, los residuos deben codificarse según la Lista Europea de Residuos (LER), que asigna un código específico en función del tipo de residuo y su origen. Esta clasificación es obligatoria.
En el caso de residuos peligrosos, además, es necesario etiquetarlos correctamente con símbolos de riesgo, pictogramas y advertencias según normativa CLP.
3. Almacenamiento temporal seguro
El almacenamiento de residuos en la empresa debe cumplir condiciones específicas para evitar riesgos sanitarios, ambientales o legales:
- Zonas habilitadas y señalizadas.
- Recipientes adecuados, resistentes y estancos.
- Medidas de contención (cubetos) si se trata de residuos líquidos.
- Plazos máximos de almacenamiento definidos por tipo de residuo.
4. Entrega a un gestor autorizado y emisión del DCS residuos
El transporte y tratamiento de residuos solo puede realizarlo un gestor autorizado inscrito en el registro oficial. La empresa debe formalizar un contrato y asegurarse de que cada retirada cuente con su correspondiente Documento de Control y Seguimiento (DCS residuos), obligatorio para residuos peligrosos.
Este documento acredita la trazabilidad y garantiza que los residuos llegan a un destino legal y adecuado.
5. Registro documental y trazabilidad
Es obligatorio mantener un archivo cronológico de gestión de residuos, que incluya:
- Albaranes de recogida.
- Contratos con gestores autorizados.
- Hojas de seguimiento y certificados de tratamiento.
- Declaraciones anuales (si procede).
Este registro debe conservarse durante al menos cinco años y estar disponible ante cualquier inspección o auditoría.
Tratamiento de residuos en empresas: ¿qué opciones existen?
El tratamiento de residuos en empresas depende directamente del tipo de residuo generado y del plan de gestión adoptado. No todos los residuos pueden tratarse de la misma forma, por lo que es esencial aplicar el tratamiento más adecuado en cada caso, cumpliendo siempre con la normativa y buscando la máxima eficiencia ambiental.
Reciclaje o valorización de residuos recuperables
Es la opción prioritaria y más sostenible. Consiste en dar una segunda vida útil a los residuos mediante su recuperación o transformación en nuevos productos o materias primas.
Se aplica, por ejemplo, a:
- Papel y cartón
- Plásticos y envases
- Metales
- Vidrio
- Residuos orgánicos (para compostaje o biogás)
Este tipo de tratamiento permite reducir el consumo de recursos naturales y minimizar la generación de residuos finales.
Tratamiento físico-químico o biológico para residuos especiales
Cuando se trata de residuos industriales o peligrosos, se requiere un tratamiento específico para neutralizar sus efectos contaminantes.
Las técnicas más habituales son:
- Tratamiento físico-químico: estabiliza residuos líquidos o contaminantes químicos.
- Tratamiento biológico: descomposición de materia orgánica mediante microorganismos, como en lodos de depuradora.
Este tipo de tratamientos está regulado y debe realizarse en instalaciones autorizadas con garantías de seguridad.
Eliminación controlada en vertedero autorizado
Se considera la última opción dentro de la jerarquía de gestión de residuos, y solo debe aplicarse cuando no sea posible valorizar ni tratar el residuo de otra forma.
Los residuos que se destinan a vertedero deben:
- Ser no valorizables.
- Cumplir criterios técnicos de admisión.
- Ser transportados y documentados conforme a normativa.
Aunque está permitido, el vertido controlado supone un mayor impacto ambiental y debe evitarse siempre que existan alternativas viables.
Prioridad: reducir, reutilizar y valorizar antes que eliminar
De acuerdo con la legislación y los principios de la economía circular, el tratamiento de residuos debe seguir siempre esta jerarquía:
- Prevención: evitar su generación en origen.
- Preparación para la reutilización.
- Reciclaje y valorización energética o material.
- Eliminación en vertedero, solo si no hay otra alternativa.
Aplicar este enfoque no solo reduce el impacto ambiental, sino que también permite optimizar recursos y mejorar la imagen y eficiencia de la empresa.
Errores comunes que debes evitar al gestionar residuos empresariales
Una estrategia de reciclaje eficaz no solo requiere voluntad, sino también conocimiento técnico y cumplimiento normativo. En la práctica, muchas empresas cometen errores que comprometen la gestión de residuos, encarecen los procesos o directamente impiden que los materiales sean reciclados correctamente.
Estos son los errores más frecuentes en entornos empresariales que gestionan residuos reciclables:
Mezclar residuos peligrosos con residuos reciclables
Un fallo habitual es contaminar materiales valorizables (como papel, plásticos o metales) al mezclarlos con residuos peligrosos o mal clasificados. Esto no solo impide su reciclaje, sino que obliga a tratarlos como residuo no valorizable, con mayor coste económico y ambiental.
No contar con un gestor de residuos autorizado
Toda empresa debe contratar un gestor autorizado, inscrito oficialmente, para la recogida y tratamiento de residuos. Trabajar con operadores no registrados es una infracción grave, incluso cuando se trata de residuos reciclables.
No documentar correctamente los residuos reciclables
Muchos responsables piensan que solo los residuos peligrosos requieren trazabilidad, pero es un error. Todos los residuos, incluidos los valorizables, deben documentarse conforme a ley.
Almacenar los residuos reciclables en condiciones inadecuadas
Papel, cartón, plásticos o envases deben almacenarse en zonas secas, protegidas y bien señalizadas. Si se deterioran, pueden perder su condición de reciclables.
Omitir el DCS residuos cuando es obligatorio
El DCS residuos (Documento de Control y Seguimiento) es un documento oficial que garantiza la trazabilidad de los residuos peligrosos desde su origen hasta su tratamiento final. Lo emite el gestor autorizado y recoge información clave como:
- Tipo de residuo.
- Cantidad.
- Origen y destino.
- Fecha de recogida.
- Identificación de la empresa productora.
Aunque su uso es obligatorio para residuos peligrosos, también puede ser exigido en determinadas comunidades para residuos no peligrosos si se requiere asegurar la trazabilidad.
¿La solución? Control interno y apoyo experto
Evitar estos errores es posible si se cuenta con protocolos internos sólidos, formación del equipo y el acompañamiento de profesionales especializados en tratamiento de residuos de empresas. Una gestión adecuada no solo garantiza el cumplimiento legal, sino que transforma el reciclaje en un activo ambiental y reputacional para tu organización.
¿Cómo puede ayudarte SINTAC en la gestión de residuos y la economía circular de tu empresa?
En SINTAC, llevamos más de 30 años trabajando por un modelo productivo más circular, sostenible y eficiente. Nuestra actividad se centra en el reciclaje de plásticos, la trazabilidad de materiales, la consultoría medioambiental y el diseño de estrategias alineadas con los principios de la economía circular.
En SINTAC ofrecemos los siguientes servicios:
- Asesoramiento técnico y legal en sostenibilidad ambiental
Acompañamos a empresas en el desarrollo de proyectos de sostenibilidad, cumplimiento normativo y mejora de su desempeño ambiental. - Especialización en reciclaje y valorización de plásticos
Impulsamos soluciones circulares para la reutilización y trazabilidad de materiales, con foco en el sector del envase, embalaje y agroalimentario. - Consultoría en trazabilidad y documentación medioambiental
Ayudamos a las organizaciones a gestionar adecuadamente la documentación vinculada a residuos, materiales reciclados y normativa aplicable. - Diseño y gestión de proyectos de economía circular
Hemos colaborado en iniciativas como CAPEC (envases reutilizables agrícolas) o RIGK (sistema colectivo de gestión de envases industriales). - Participación activa en plataformas sectoriales
Formamos parte de redes profesionales e impulsamos proyectos colectivos a nivel nacional e internacional en torno a la sostenibilidad.
En SINTAC entendemos que la correcta gestión de residuos comienza con el diseño de soluciones circulares. Si tu empresa quiere cumplir con la ley, mejorar su trazabilidad ambiental o implementar una estrategia de sostenibilidad real, estamos aquí para ayudarte con conocimiento técnico, experiencia y compromiso.
Conclusión: gestionar los residuos no es solo cumplir con la ley, es ganar en sostenibilidad y competitividad
Adoptar una estrategia eficaz de gestión de residuos en la empresa ya no es una opción: es una exigencia legal y una oportunidad real de diferenciación. Cumplir con la normativa evita sanciones, sí, pero además:
- Mejora la eficiencia operativa.
- Reduce costes asociados a la producción y al tratamiento.
- Refuerza la imagen de marca frente a clientes e inversores.
- Facilita el acceso a licitaciones y cadenas de suministro más exigentes.
- Contribuye a objetivos de sostenibilidad y economía circular.
¿Tu empresa reporta datos ambientales en informes de sostenibilidad?
La correcta trazabilidad de residuos también impacta en el cumplimiento de la normativa CSRD.
Descubre cómo preparar tu organización para esta obligación legal con esta guía práctica sobre informes de sostenibilidad y CSRD.














